La situación que estamos viviendo como consecuencia del coronavirus es totalmente inédita en todo el mundo. Ninguno de nosotros hubiera imaginado hace tan solo tres meses que esto iba a pasar, y es inevitable preguntarse cómo esta pandemia cambiará nuestros día a día y costumbres en muchos aspectos, principalmente en el laboral.
La forma de trabajar ha cambiado en las últimas semanas (ya podemos decir casi en los últimos meses) y es que, por primera vez en la vida, el teletrabajo se ha implantado en la mayoría de empresas (cuyo desarrollo lo permite, por supuesto). Esto va más allá de la salud laboral, que siempre debe ser lo primero en cualquier empresa, esto se trata de SALUD -en negritas y mayúsculas- que, hoy por hoy, es lo único que importa.
No obstante, como profesionales de la salud y la seguridad laboral estamos seguros que esta etapa que estamos viviendo también va marcar un antes y un después en las medidas de seguridad y salud laboral en las empresas. Ya no hacemos referencia solo a las precauciones esenciales que toda compañía debe siempre tener en cuenta, sino que por primera vez en la Historia toda la sociedad ha tomado consciencia de la vital necesidad de priorizar la salud y la seguridad de los individuos por encima de cualquier otro factor.
Como ya hemos visto en posts anteriores, la salud laboral no es sólo responsabilidad del empresario. Aunque éste sea el máximo encargado de proporcionar las medidas adecuadas para que las personas desarrollen su trabajo con la máxima seguridad posible, es también cometido de los empleados tener en cuenta las normas establecidas y hacer lo máximo posible para evitar riesgos y accidentes en sus puestos de trabajo.
En este escenario, pues, es cuando el teletrabajo entra en juego y crece en importancia: ¿es el teletrabajo la manera de garantizar la máxima seguridad laboral? En estos momentos, por supuesto (insistimos: siempre que el tipo de actividad lo permita). Y es posible que en los próximos meses la costumbre se extienda y algunos empleados teletrabajen desde sus domicilios durante bastantes semanas más allá del cese del confinamiento.
Ventajas del teletrabajo más allá de la salud.
El teletrabajo es el eterno anhelo de muchos trabajadores cuya principal actividad laboral transcurre delante del ordenador de una oficina. Ahora que por fin se ha hecho realidad -al menos de forma temporal- hemos tenido la oportunidad de descubrir por nosotros mismos algunas de sus principales ventajas.
- Autonomía: Seguimos trabajando 8 horas al día, pero nos organizamos mejor porque lo hacemos a nuestra manera. Podemos empezar una hora antes o parar media hora más para comer, no importa mientras el desarrollo del trabajo sea el habitual y se cumplan los objetivos.
- Aumento de la productividad: Desde siempre hemos oído hablar sobre la relación entre el teletrabajo y un aumento de la productividad, algo que se explica por el hecho de que, por lo habitual, en casa tenemos menos distracciones y, además, estamos más a gusto, lo cual aumenta nuestra producción, incluso a veces dedicando menos horas de las habituales a nuestras tareas.
- Ahorro en desplazamientos: A no ser que seas de los pocos afortunados que llega a su oficina a pie, todos sabemos que en mayor o menor medida asistir a nuestro puesto de trabajo comporta una serie de gastos asociados al transporte, desembolsos que pueden ir desde el abono al transporte público al combustible de los que tienen que usar su coche para el viaje e, incluso, en el peor de los casos, alquiler mensual de parking. Teletrabajar desde nuestro domicilio reduce a cero este tipo de gastos, al mismo tiempo que el ahorro en desplazamiento se traduce también en más tiempo para uno mismo.
- Mejora la opinión del trabajador sobre su empresa: Como ya hemos dicho al principio, el teletrabajo es el deseo de muchos trabajadores en España. Los datos son claros: un estudio elaborado por la empresa de RRHH Randstad a principios del 2019 mostraba que el 69% de trabajadores españoles preferirían teletrabajar, pero su empresa no se lo permitía. El hecho de conseguir desarrollar nuestro trabajo desde casa de forma habitual mejoraría sin duda nuestra opinión sobre la empresa, ya que veríamos cumplida una de las mayores reivindicaciones actuales.
Con todo, mientras el teletrabajo avanzaba muy lentamente en España hasta hace unos meses –sólo 1,4 millones de empleados teletrabajan– la excepcional situación desencadenada por el coronavirus ha puesto sobre la mesa una cuestión que, lo que es seguro, es que ya jamás será vista con los mismos ojos, porque ahora ya hemos comprobado que teletrabajar es posible.
En cualquier caso, más allá de las decisiones que las empresas tomen en un futuro acerca del teletrabajo, hay una realidad que hoy por hoy es más indiscutible que nunca: la salud de las personas es lo primero.