Acabado el primer semestre del año, ya tenemos algunas cifras sobre seguridad laboral de la primera parte del 2021, año que en muchas empresas ya se ha iniciado teletrabajando, debido a la pandemia por COVID-19.
Desde Enero hasta abril, han fallecido 211 personas por accidente laboral, 20 menos que en el mismo periodo del año anterior, cifra que representa un 8,7% menos, según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social recogidos por Europa Press.
De las 211 muertes, 176 se produjeron durante la jornada de trabajo, 8 menos que en los cuatro primeros meses del 2020. Los accidentes mortales in itínere -los que se producen en el trayecto de ida o vuelta del trabajo- han descendido un 25,5%, pasando de los 47 anteriores a 35 este año (una cifra sin duda vinculada al teletrabajo).
Mientras el número de muertes por causa laboral ha descendido, los accidentes laborales con baja han aumentado durante los cuatro primeros meses del mes. Se registraron 176.624 accidentes laborales con baja, lo que supone un aumento del 16,9% respecto al número de siniestros registrados hasta el cuarto mes de 2020. Del total de accidentes con baja, 152.263 sucedieron en el lugar de trabajo y 24.361 fueron siniestros ‘in itínere’, lo que supone un aumento del 15,4% y 26,9% respecto al año pasado.
Los accidentes leves con baja en el puesto de trabajo de los asalariados sumaron 150.919 de Enero hasta Abril, un 15,5% más, y los graves fueron 1.168, un 7,3% más que a un año antes. En el caso de los siniestros ‘in itínere’ se registraron 24.075 accidentes de carácter leve (+27,2%) y 251 de gravedad (+12,6%). Las bajas laborales también incluyen las de aquellos afectados por coronavirus: un total de 5.314 personas estuvieron de baja por COVID-19 entre enero y abril del 2021.
Las cifras sobre el primer cuatrimestre del año nos tienen que hacer reflexionar sobre los riesgos del teletrabajo, a pesar de que datos recientes advierten de que la modalidad de trabajo a distancia está bajando y actualmente solo un 11,2% de españoles está desarrollando sus tareas en remoto.
A pesar de todo, lo que sí parece indiscutible es que el estrés sufrido durante la pandemia está pasando factura a los trabajadores. El informe COTS realizado a partir de 25.000 encuestas publicado por el grupo de investigación POWAH de la Universidad Autónoma de Cataluña y el Instituto Sindical de Trabajo Ambiente y Salud recoge que el porcentaje de personas en riesgo de mala salud mental y que empeoran su salud general ha aumentado, siendo este año 2021 del 60,6% de la población asalariada, cifra que representa un 5,5% más que en el año anterior (en el que ya vivíamos con la pandemia).
En el marco de esta encuesta también queda evidenciado que la preocupación por la inseguridad no cesa. El 75,2% de participantes en esta encuesta sobre salud laboral manifiesta preocupación por la dificultad de encontrar un nuevo empleo en caso de perder el actual.
Es importante tener en cuenta que, independientemente de que se trabaje en oficina o desde nuestro propio domicilio, el estrés mental relacionado con el ámbito laboral puede generar graves daños tanto a la persona afectada como a la empresa. De hecho, recordemos que el estrés es uno de los principales problemas de salud laboral, motivo por el cual no sería difícil imaginar que el aumento de bajas laborales de los últimos meses respondan a esta habitual enfermedad.
El actual escenario laboral es, sin duda, un reto para la gestión de la prevención de riesgos laborales. Las empresas deben trabajar sin pausa para ofrecer a sus empleados un entorno de tranquilidad y bienestar, sea cual sea su lugar de trabajo. Afrontar los nuevos retos de la PRL y dar soluciones al nuevo escenario en el que nos encontramos es clave para poder obtener la calificación de empresa saludable.